El pasado año se invirtieron en España cerca de 3.500 millones de euros en más de 420 operaciones para el desarrollo de startups. Aunque el volumen de inversión bajó respecto a 2021, éste fue muy superior al de años previos y se alcanzó una cifra récord de operaciones, lo que demuestra la consolidación del ecosistema startup.*

Las empresas que más inversión atrajeron pertenecen a los sectores Saas, ehealth y fintech, seguidas por las foodtech y edtech (tecnología educativa). Cabe señalar, que estos sectores coinciden con los que más startups aglutinan.

La cuestión que cabe plantearse es ¿Cuántas de estas ideas y negocios se escalan con éxito sin que los recursos o la inversión sean una barrera?

¿Cuántas han definido y desplegado un correcto plan industrial que haya hecho que sus procesos sean ágiles y eficientes, independientemente del grado de escalado que hayan tenido? Con ello nos referimos a un proceso de industrialización aplicable a empresas de todo tipo de sectores, sean tecnológicas o manufactureras.  

¿Qué peligros afrontan las startups que no se industrializan adecuadamente?

La industrialización se refiere al proceso de convertir una idea o prototipo en un producto o servicio comercializable y escalable, mediante la adopción de procesos de producción y operaciones eficientes y escalables.

Si este proceso se lleva a cabo inadecuadamente puede tener graves consecuencias para el crecimiento y éxito a largo plazo de las startups.

A continuación, enumeramos los principales riesgos a los que se enfrentan:

1.Ineficiencia operativa: si los procesos y operaciones no están optimizados para la producción en masa, la empresa puede perder eficiencia y rentabilidad, lo que puede llevar a un aumento de los costes y una reducción de la calidad.

2. Incapacidad para escalar: sin una industrialización apropiada, la startup puede tener dificultades para escalar su producción y aumentar su capacidad para satisfacer la demanda del mercado.

3. Problemas de calidad: si los procesos de producción no se han estandarizado y controlado correctamente, pueden surgir problemas de calidad en el producto final, lo que implicaría un impacto negativo en la reputación de la empresa.

4. Pérdida de competitividad: si una startup no es capaz de producir a un coste competitivo y ofrecer un producto de calidad superior, se arriesga a perder su posición en el mercado frente a sus competidores.

Por lo tanto, es importante que los responsables de las startups se concentren en efectuar una industrialización adecuada desde el principio que permita asegurar la eficiencia, la calidad, la capacidad de escalabilidad y la competitividad necesarias para tener éxito a largo plazo.

Un ejemplo que ilustra esta problemática, con el que seguramente muchos os podréis sentir identificados, tiene que ver con el auge de la venta online debido a la pandemia. Numerosas empresas se lanzaron a la aventura de vender online, sin planificar y, por supuesto, sin definir un plan industrial que les permitiera hacer frente a la cantidad de pedidos unitarios que recibían y les obligaba a cambiar lotes de producción e implantar un proceso de picking eficiente y eficaz. Cabe señalar que muchas de ellas fracasaron. 

Cómo abordar la industrialización para un crecimiento eficiente y sostenible.

A fin de dar una mejor respuesta a aquellas empresas con la inquietud o la necesidad de dar un impulso a su negocio, en ACMP S.L. hemos desarrollado un completo programa y plan de despliegue industrial que permita tanto a startups como a empresas familiares escalar de manera eficiente el negocio, alcanzando en menos tiempo sus objetivos y, por tanto, el retorno de la inversión realizada. Todo ello manteniendo los niveles de calidad exigidos por los clientes y la tasa de servicio. 

Para industrializar una startup, se deben considerar los siguientes pasos:

1.  Definición e identificación de los procesos clave de negocio para establecer una forma eficiente de realizarlos. Esto incluye los procesos de fabricación, marketing, ventas y atención al cliente. Hay que asegurar que se optimiza cada proceso para minimizar los costes y aumentar la eficiencia.

2.  Automatización de los procesos: La automatización de los procesos es fundamental para la industrialización de una startup, mediante el uso de tecnología para automatizar las tareas repetitivas y reducir los errores humanos. Las herramientas de automatización pueden incluir software de gestión empresarial, herramientas de marketing automatizado o de análisis de datos, entre otras.

3. Escalado de la producción: para industrializar, debe ser capaz de producir en grandes cantidades. Hay que analizar los costes de producción y explorar opciones para reducirlos, como el uso de maquinaria especializada o la subcontratación de algunos procesos.

4.  Expansión de la cadena de suministro: A medida que la producción crece, es importante expandir la cadena de suministro para garantizar el suministro de materiales y componentes necesarios, estableciendo para ello relaciones sólidas con proveedores de confianza y evaluando constantemente la calidad de los materiales y servicios.

5. Desarrollo de una cultura empresarial sólida: Industrializar también implica desarrollar una cultura que fomente en la organización la innovación, la colaboración y la mejora continua.

6. Financiación. Es posible que sea necesario obtener financiación adicional para industrializar, lo que implica explorar las diferentes fuentes como el capital de riesgo, préstamos bancarios o el financiamiento colectivo.

En resumen, para industrializar una startup se debe optimizar y estandarizar primero los procesos para luego automatizar aquello que es repetible, escalar la producción, expandir la cadena de suministro, desarrollar una cultura empresarial sólida y obtener financiación adicional si es necesario.

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*Tendencias de inversión en España 2022. Observatorio del Ecosistema de Startups en España. Fundación Bankinter.

* Portal de información El Referente.