En este artículo, Iosu Palacios Osambela comparte algunas ideas sobre la importancia de evaluar y adaptar la estructura organizativa y los equipos para lograr un escalado eficiente y sostenible en el proceso de crecimiento de las pymes.

Cuando escalas una pyme, estás estableciendo estructuras para lograr un crecimiento predecible, y lo que ganas en fiabilidad puedes perderlo en agilidad sin el enfoque adecuado. En esta transición, como responsable vas a tener que tomar numerosas decisiones, ponderar el riesgo vs beneficio para dar con el equilibrio adecuado.

Si el desarrollo de los procesos de negocio y estructuras necesarios para garantizar la escalabilidad de la empresa ya de por sí es un reto, afrontar la adaptación de la fuerza laboral es una tarea tan compleja como decisiva.

Expandir la actividad industrial implica realizar una serie de cambios organizativos y estructurales que permitan a la pyme afrontar el crecimiento deseado: desde crear áreas operativas, incorporar nuevos perfiles, redefinir los puestos actuales o reubicar al personal actual, etc. Lógicamente, esto trae consigo la necesidad de introducir nuevas dinámicas de gestión y transformar la cultura corporativa.

Es probable que hasta ahora no hayas necesitado muchos procesos establecidos porque valía con la cercanía y las relaciones personales. Piensa, por ejemplo, en cómo resolvéis los problemas (apagando fuegos día sí, día no), cómo fluye la información (sin canales formales o procedimientos) o el desempeño de tareas (hay solapamientos, duplicidades o carencias).

En el nuevo escenario, este modelo no vale. Si quieres escalar eficientemente, debes establecer estándares y reglas comunes de funcionamiento en toda la empresa.

En esta nueva fase, también debes asegurar que las habilidades y competencias del personal están alineadas con las necesidades futuras de la organización, garantizando que los trabajadores pueden desempeñar con solvencia sus nuevas funciones.

La adecuación de los procesos operativos de la empresa, así como el desarrollo e introducción de nuevos sistemas de gestión requieren un conjunto renovado de habilidades. También la capacidad para observar y analizar la empresa desde otra perspectiva.

A continuación, comparto algunas consideraciones e ideas para abordar este proceso:

  • Evalúa las habilidades actuales de tu equipo e identifica las habilidades necesarias para tus procesos de fabricación y de gestión futuros. Desarrolla planes de formación para cerrar brechas y garantizar la preparación del equipo. La formación continua para mejorar y reciclar competencias, fomentando la adquisición competencias fuera de sus roles inmediatos, es una buena inversión. Impacta positivamente en la eficiencia y permite que los empleados asuman nuevas responsabilidades.
  • Contrata y retén al mejor talento porque lo vas a necesitar en la trayectoria de crecimiento de tu empresa.
  • Identifica posiciones clave dentro de tu organización y desarrolla planes que garanticen la continuidad, especialmente si el personal clave cambia de puesto o deja la empresa, evitando interrupciones durante fases críticas de crecimiento.
  • Por último, atentos a la opinión de la plantilla, a menudo sus ideas son muy valiosas sobre sus propias necesidades de desarrollo y potenciales mejoras en los procesos.

En resumen, optimiza y estandariza los procesos operativos para después automatizar, adapta la estructura y el equipo humano e introduce sistemas de gestión que sustenten el escalado eficiente y sostenible de la empresa.

Espero que estas ideas os ayuden en vuestros proyectos de desarrollo industrial.