Iosu Palacios ofrece en el siguiente artículo ideas y consejos para aquellas empresas industriales, pymes, micropymes y statups que tengan en mente un proyecto de crecimiento.
Transformar un pequeño negocio puede resultar un proceso tan gratificante como lleno de desafíos. Un proyecto de crecimiento industrial conlleva la toma de una serie de decisiones de calado en torno al capital fijo, la adecuación de los recursos humanos, la diversificación de la oferta, la eficiencia operativa o a cómo se va a financiar el crecimiento. Todo ello sin perder de vista las continuas innovaciones que se producen en la industria y los competidores.
En algún momento, muchos empresarios se plantean la ampliación de sus operaciones para poder aprovechar una oportunidad del mercado. En definitiva, el crecimiento es uno de los mayores indicadores de éxito y una estrategia para la supervivencia futura, sobre todo para los pequeños fabricantes.
Saber cómo enfocar el crecimiento de la pyme con las herramientas y estrategias adecuadas le permitirá adaptarse mejor a los cambios y a los retos inesperados que surjan en el camino. En este artículo apuntamos seis ideas que consideramos clave en un proceso de esta naturaleza:
- LIDERAZGO Y DELEGACIÓN. Es muy complicado hacer crecer un negocio si cada tarea depende de una única persona. Como gerente, no debería pasar el día haciendo malabarismos con múltiples funciones y responsabilidades. En los inicios de la empresa esto suele ser lo habitual, pero llegado el momento de expandirse, es esencial centrarse en la planificación estratégica. Aproveche el potencial de las personas del equipo y aprenda a delegar en ellos. Adicionalmente, éste puede ser el momento propicio para considerar la profesionalización gerencial, especialmente en negocios familiares.
- RETENCIÓN DEL TALENTO Y SATISFACCIÓN. Un proyecto de crecimiento exitoso sólo es posible mediante el esfuerzo colectivo. Mejorar la forma que gestiona su equipo ayudará a que los cambios se apliquen eficazmente en toda la organización. La comunicación y la formación son sus aliados: los empleados necesitan saber qué hacer, cómo hacerlo y necesitan práctica. Reasigne roles, si es preciso, y haga valer la experiencia de los sénior. Por otro lado, tenga en cuenta que siempre es más caro contratar personal nuevo que retener a las personas del equipo actual. Trabaje con ellas para crear vías de progresión, equilibrando sus necesidades con las de la compañía.
- ESCALABILIDAD. Un proceso de crecimiento afecta a todas las áreas de la empresa, por lo que uno de los objetivos debería ser asegurar que el flujo de trabajo y los procesos puedan escalar de manera eficiente. Evalúe y reajuste al futuro escenario sus procesos, recursos y personas, las tecnologías y los sistemas de información.
- ESTANDARIZACIÓN Y MEJORA DE LOS PROCESOS. Si los procesos y operaciones no están optimizados para la producción en masa, la empresa puede perder eficiencia y rentabilidad, con el consiguiente sobrecoste y falta calidad. La aplicación del sistema Lean es una de sus bazas. Analice el estado actual de sus procesos de fabricación para detectar los puntos críticos y luego defina el crecimiento deseado para alcanzar el futuro óptimo de la organización. ¿Cuenta con el equipamiento adecuado, presupuesto, disposición, estrategia de inventario y otras herramientas operativas necesarias para cumplir el objetivo de crecimiento? ¿El layout de la instalación es propicia para una fabricación eficiente, teniendo en cuenta la seguridad, la calidad, la entrega y el coste? Elimine ineficiencias, optimice procesos y automatice aquello que es repetible.
- PLAN DE INDUSTRIALIZACIÓN SÓLIDO. Muchos proyectos se han ido al traste por la falta o una inadecuada planificación. Un plan estructurado y sistemático que abarque todas las etapas del proceso, desde el análisis de los factores que afectan a su viabilidad hasta la puesta en marcha de la actividad industrial, le va a permitir alcanzar en menos tiempo sus objetivos y, por tanto, el retorno de la inversión realizada.
- BUSCAR ASESORAMIENTO CUANDO SEA NECESARIO. A veces es útil buscar asesoramiento externo cuando se emprende un proyecto de este calibre. Puede que disponga internamente del conocimiento necesario para tomar las decisiones que se avecinan, pero le puede merecer la pena invertir en servicios de consultoría si eso vale para detectar algún factor de riesgo que le haya pasado desapercibido.
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