Los manuales japoneses de producción comparan los procesos productivos con una orquesta bien afinada y los resultados de sus empresas reflejan que no deben ir muy desencaminados. En mi experiencia profesional compartí mi vida con un gerente que se asignaba la capacidad de conocer el estado de la producción según el ruido que hacíamos. Nunca acertaba, pero como era el jefe le reíamos la gracia.
En mi caso, tengo nula experiencia en la dirección de orquestas. Mi mundo es el de la montaña y esto me lleva a realizar una comparación de la producción con la ascensión a una montaña. Eliyahu M. Goldratt ya puso algunos ejemplos al respecto que resultaban bastante convincentes.
Alguno de los factores críticos de “éxito” tanto en la montaña como en la empresa podrían ser los siguientes:
1.- Los flujos de materiales, información y PERSONAS, unas veces rectos y otras curvos, con más o menos dificultades, deben ser bien gestionados en búsqueda de la mayor eficiencia y la reducción/eliminación de riesgos.
2.- Las PERSONAS son la clave para la consecución de los objetivos. No existen obstáculos para un grupo humano motivado y trabajando en equipo. Los líderes deben transmitir con su ejemplo los comportamientos necesarios y potenciar las fortalezas individuales de los miembros del grupo.
3.- El ritmo, ya sea de ascensión o de producción, debe ser el adecuado para evitar actividades y esfuerzos que no tienen ningún sentido. Los recursos deben gestionarse adecuadamente para ser eficientes y maximizar las probabilidades en la consecución de los objetivos.
4.- El estándar asegura la productividad y calidad. Son reglas de juego que en la empresa, al igual que en la montaña, marcan las orientaciones y prioridades para asegurar la supervivencia.
Seguramente no hay nada nuevo en las reflexiones que hago pero he vivido más de 60 años teniendo en cuenta estos factores, tanto en empresas como en la montaña, y podría afirmar que aunque no son los únicos, son determinantes para competir en el actual terreno de juego de mercado y competencia.
Juanjo Moreno